Asturias: Peña Ubiña y Somiedo

Por fin llegó el primer viaje del verano 2.010. Hemos elegido la comunidad asturiana como destino, buscando además de la belleza propia de la región, unas temperaturas suaves que nos permita hacer actividades al aire libre sin agobios de calor.

En una primera parte del viaje montamos nuestro "campo base" en Pola de Somiedo, población muy agradable y tranquila situada en el epicentro del Parque natural de Somiedo y muy bien cominicado con el parque de Las Ubiñas, que también queríamos visitar.

Primera imagen, el rio Somiedo a su paso por el pueblo. Se conserva aún el antiguo puente medieval.

1) Somiedo: los pastizales de altura.

Uno de los senderos balizados del Parque recorre a media altura el valle visitando las diferentes "brañas" . Las brañas son pequeños grupos de cabañas con cubiertas de brezo a las que se suben los lugareños a cuidar los rebaños que pacen en los pastos de altura.

Desde el pueblo de Arbeyales iniciamos esta solitaria excursión, remontando un arroyo hasta dar con los primeros pastizales.

Tras ganar altura rápidamente accedemos a la braña de Murias.  Está situada en un llano con espléndidas vistas al valle de Saliencia.
Continuamos la marcha mirando de vez en cuando para atrás para ver la breña delante de la Peña Micho.
Poco mas adelante se llega a la segunda breña. Esta se llama Ordiales de Arbeyales. En este caso las cabañas están rodeadas de la vistosa floración de los retamares.
La excursión continua hasta llegar al collado de la Magdalena. Una vez aquí se inicia un brusco descenso en busca del fondo del valle.
Previamente hay que superar un desfiladero que hace el rio Arroxu antes de bajar al valle.
Últimos metros de cañón. Mas abajo el río forma tres bonitas cascadas, llamadas las cascadas del Pontón.
Bajada final al fondo del valle de Saliencia. A partir de aquí nos tocó recorrer el fondo del valle hasta alcanzar de nuevo la aldea de Arbayal, donde cerramos el recorrido circular.
2) Somiedo: los lagos glaciares.

Otra actividad que nos planteamos fue la de unir los senderos del valle de Saliencia y valle del Lago para hacer un recorrido circular que permitiera recorrer todos los lagos de la cabecera de ambos valles.

Para ello nos levantamos bien temprano y nos dispusimos a darnos una larga caminata por los senderos balizados de un valle y otro, junto con otras trazas que aparecen en los mapas del IGN.

Inicio de la ruta, con los "dosmiles" del parque al fondo.

Accedemos en primer lugar al Lago Negro o de Calabazosa,  siguiendo un sendero que accede a través de la Horcada de Calabazosa.
Posteriormente la vereda circunvala el lago hasta enlazar con el camino habitual que viene de la zona de las minas de Saliencia.
Tras remontar una pequeña rampa llegamos al segundo lago de la jornada, el lago Cerveiriz. Este lago es mas pequeño que el anterior, pero su situación en la base de los Picos de Albo le dan un aliciente especial.
Posteriormente atravesamos lo prados de Veiga Camayor, en busca del valle paralelo. La zona de riscos se llama el Corralón.
Tras pasar el collado aparecen al fondo los dosmiles del Valle del Lago. Estos en concreto son los Picos de la Mortera.
El descenso se hace con la vista puesta en la Peña Chana, el pico del Canalón y el Floriu.
Primera visión del Lago del Valle, el mas extenso de todos los que visitaremos a lo largo de la ruta.
Mirada atrás con todo el valle del Lago a nuestros pies. Las manchas oscuras del lado izquierdo del valle se corresponden a los bosques de hayas, que recorreremos en día posterior.
La llegada al lago coincidió con un mediodía muy soleado. Aprovechamos para refrescarnos en el lago y descansar un rato.
Para la vuelta al valle de Saliencia habíamos planteado seguir unas veredas que aparecen en los mapas del IGN, y que recorren una interesante zona de dolinas en la parte alta de la sierra.

Tuvimos ciertas dificultades para seguir estas veredas, ya que están en desuso y la vegetación se las está comiendo.

Estas sendas remontan hasta los llamados Pozos del Promediu, que como se comento antes son un interesante sistema de dolinas y sumideros.

Tras recorrer la zona de pozos se accede a una gran balconada sobre los lagos de Saliencia. Se pueden ver además los lagos del Cebolleu, ocultos tras el espolón en el que nos encontramos.

Al fondo destaca la silueta de la Peña Ubiña, que será nuestro objetivo para próximos dias.

El largo descenso hacia el valle de Saliencia nos enseña otro de sus lagos, el de Cerveiriz.
Y tras el último collado accedemos al  lago principal de Saliencia, el lago de la Cueva. Por la vereda del fondo pasamos a primera hora de la mañana.

Abajo a la izquierda aparecen las construcciones de las antiguas minas de hierro que han existido en la zona hasta los años 80 del pasado siglo XX.

3) Somiedo: los bosques.

No queríamos pasar por este Parque sin ver los bosques de hayas y alisos existentes en toda la cornisa cantábrica y en Somiedo en particular. Así que aprovechamos que el día amaneció lluvioso para hacer un recorrido lineal hacia unas brañas existentes en el Valle del Lago, las brañas de  Mumián, para recorrer uno de estos hayedos.

Inicio de la senda en Coto de Buenamadre, prácticamente engullidos por el helechal.  Al fondo las primeras manchas de hayas.

 
Vistas hacia la Peña Furada, prácticamente envuelta por las nubes.
Ejemplar aislado de roble rebollo, que forma bosque mixto con el hayedo.
Ventana hacia la cordillera de la Palombera, también cubierta por las nubes. En primer término el helechal.
Interior del bosque de hayas. Se forma una autentica selva muy fácil de transitar por la ausencia de matorral. Se va pisando la agradable alfombra que forman las hojas secas.
Los pocos sitios que entra el sol los aprovechan rápidamente los helechos para implantarse. Los juegos de luces que provocan son espectaculares.
En el bosque conviven ejemplares muy jóvenes y estilizados con otros mas añejos de porte mas horizontal.
La senda prácticamente se pierde entre la vegetación. En estas zonas es fácil toparse con los grupos de corzos.
Floración de lirios silvestres en las zonas de praderas que no han colonizado los helechos.
Tras remontar la ladera donde se asienta el bosque accedemos a la breña de Mumián. Sigue el mismo tipo de construcción que ya vimos en el valle de Saliencia.

Toda la zona es muy solitaria y no nos hemos encontrado con nadie transitando por los caminos.

Otro "habitante de la humedad" que nos encontramos fue varios acebos con porte arbóreo. Esta especie es muy escasa en el sur y nos agrada mucho encontrarnos con ella.
La primavera está en pleno esplendor en esta zona.
Tonos azulados de las plantas espinosas. Las vimos en zonas soleadas de las praderas y junto a los caminos.
La humedad es algo permanente en el interior del bosque, y no es difícil ver los ejemplares de Boletus.
Tronco retorcido de uno de los ejemplares de haya mas viejos del bosque. Un auténtico monumento natural.
De nuevo la imagen de multitud de flores que se nos van apareciendo por el camino.
Terminamos este recorrido por el bosque con la imagen de las barbas de líquenes que le cuelgan a los árboles. Este es un buen indicador del buen estado de conservación en que se encuentra el hayedo.
3) Las Ubiñas: la cumbre de Peña Ubiña.

Muy cerquita de Somiedo está el macizo de las Ubiñas, con una cumbre principal de 2.411 m que es una de las montañas mas bonitas de Asturias.

Bien temprano nos levantamos y nos trasladamos al cercano pueblo de Torrebarrio, en la provincia de León, para subir esta emblemática cumbre.

 

La primera imagen es la cara oeste de Peña Ubiña, con una muralla de 500 metros de desnivel cayendo sobre las praderas de Torrebarrio.

En el collado de las Ubiñas nos asomamos de nuevo a Asturias. La zona es frecuentada por muchos montañeros asturianos.
Desde el collado de las Ubiñas se accede a dos posibles vías de acceso a la cumbre: La "normal", que remonta hacia la "V" que se ve al fondo y la vía "Asturiana" que faldea primero la montaña hasta estar a la altura del Puerto de Tuiza y remontar directamente a la cumbre.

Nosotros hicimos un recorrido circular con ascenso por la "vía asturiana" y descenso por la "vía normal".

Al faldear tenemos siempre a la espalda la imagen de Ubiña la Chica.
Asomándonos hacia Asturias todo aparece bajo un extenso mar de nubes. Abajo a la derecha el puerto de Tuiza.
Seguimos avanzando en diagonal en dirección a los resaltes del fondo. Conforme se va ganando altura la pendiente de hace mas pronunciada.

En el último tramo de la ascensión hay que poner las manos y la ruta se vuelve peligrosa por lo inestable de la ladera, muy barrida por los aludes del invierno.

Cumbre de la Peña Ubiña, con el mar de nubes cubriendo el principado de Asturias.
Nuestra foto de cumbre, de nuevo con el mar de nubes detrás.
El descenso lo hicimos por la vía normal, que hace un cresteo por la zona alta de la montaña. Esta ruta es mucho mas asequible que la de los asturianos y bajamos con bastante tranquilidad.
Uno de los corredores que se forman en la cara oeste de la Ubiña. Abajo, en el fondo del Valle, Torrebarrio.
Asomándonos a levante el panorama cambia totalmente, apareciendo gran parte de las montañas de la cordillera cantábrica emergiendo sobre las nubes.
Los Picos de Europa son la última cordillera que aparece en el horizonte.
En nuestro descenso nos cruzamos con algunos excursionistas que subían por la normal.
Vistas hacia el sur según descendemos. El collado de las Ubiñas queda aún muchos metros por debajo nuestra.
Hacia el Este vemos las cumbres del parque natural de Redes.
Antes de llegar de nuevo a Torrebarrio echamos la vista atrás para disfrutar de las vistas de esta preciosa montaña.
5) Luarca: el mar cantábrico.

Finalizamos nuestro viaje por Asturias relajándonos un poco en la costa del Cantábrico. En este caso nos ubicamos en Luarca y desde esta localidad hicimos dos excursiones para recorrer el litoral.

Vista del puerto natural de Luarca.

Atardecer sobre el cantábrico, con las nubes típicas de la zona.
La primera visita fue la playa de Barayo, ubicada en una zona protegida al oeste de Luarca. Llama la atención la soledad de la costa del cantábrico, sin apenas bañistas ni construcciones en la playa.
Paseo por el sendero que recorre el acantilado por la parte superior.
Hacia el Cabo del Busto hay una agradable senda balizada que recorre gran parte del litoral asomándote al cantábrico.
Cala de Cadavedo, con los frondosos bosques de alisos arrancando prácticamente de la arena de la playa.
En en llano por encima del acantilado nos encontramos con la ermita de la Regalina, ubicada en un sitio con una vistas espectaculares.
Hórreo en la zona de la Regalina. Al fondo imagen del litoral intacto, tan dificil de ver en muchos lugares.
Vistas a levante desde el Cabo del Busto.
Vista atrás de la senda, con los acantilados al fondo.
Última imagen del litoral cantábrico, con los tonos naranjas y negros de la rocas.
De vuelta al sur hay parada obligada en dos iglesias prerrománicas enclavadas en un lugar precioso.

la primera, San Miguel de Lillo.

Y la otra el símbolo que aparece representando a Asturias, santa María del Naranco.
Nos despedimos de las tierras asturianas hasta una próxima ocasión. Esperamos volver pronto.
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